Qué harás con tu doble
botonera florida
después de la ansiosa succión
que te ha besado
Qué pasará con tu mordida oreja?
Lanzando electricidad
Aguas abajo?
Donde se irá tu lengua
y tu garganta
que jugó a ser cabeza de serpiente
A quién responderá tu ombligo
pulsado y dando trinos
como un timbre de fiebre
Que será de esos labios
esquivos
ya jugosos
exploradores al filo de la
guerra
No te queda otro camino
abierto
que el suicidio glorioso
que florece agresivo entre
tus piernas
ni otra cuchilla afilada
que esta lanza
lubricada de orgullo y de semilla
bajo el nubarrón oscuro del
deseo
que te preñe mujer
por siempre mía.
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